Las Emociones y el Qigong de los 5 Animales o Wu Qin Xi
Categoría: blog
El ser humano, al interaccionar con sus semejantes, diariamente experimenta un gran abanico de emociones, tales como la ira, la euforia, la preocupación, la tristeza y el miedo.
Cuando estas emociones son vividas de una manera intensa o dramática, según la Medicina Tradicional China, la circulación de la energía o Qi que recorre el cuerpo, y por ende los órganos, puede verse afectada. Por ejemplo, la tristeza provocada por la pérdida de un ser querido, puede causar un desequilibrio en la energía de los pulmones, al igual que el miedo lo provoca en la de los riñones. Estos desequilibrios energéticos, si persisten, se pueden llegar a manifestar en el cuerpo como enfermedades.
Cuando la gestión inadecuada de una emoción altera el equilibrio de la energía y provoca una disfunción en un órgano, la Medicina Tradicional China, mediante determinados ejercicios de Qigong, puede restablecer este equilibrio perdido.
La correspondencia entre órganos y emociones, y como poder restaurar este desequilibrio energético mediante los ejercicios del Qigong de los Cinco Animales del Doctor Hua Tuo, se describe a continuación:
Al hígado se le relaciona con la ira. Este órgano es el encargado de distribuir el Qi por todo el organismo, así como de regular la cantidad de sangre que lo recorre. Cuando en una persona se manifiesta la ira, provocará que su Qi se debilite o se estanque, o que éste suba hasta su cabeza. Como consecuencia de ello a esta persona se le podrá ver con los ojos y la cara enrojecida, pudiendo provocar mareos y cefaleas. El ejercicio de Qigong adecuado para equilibrar y mantener la energía del hígado en buenas condiciones es el del ciervo.
Al corazón se le relaciona con la euforia. El corazón es el órgano encargado de controlar la sangre y los vasos sanguíneos, y es quien contiene al espíritu. Aunque la alegría es la emoción con la que se empareja, un exceso de cualquiera del resto de emociones alterará al correcto fluir del Qi del corazón. Igual que en el caso del hígado, cuando la alegría se manifiesta en exceso, el Qi de éste ascenderá hasta la cabeza. A una persona con el Qi del corazón desequilibrado se la podrá ver eufórica, agitada, con una alegría desmesurada y con fácil sudoración. El ejercicio de Qigong del mono es una buena forma de devolverle al corazón su equilibrio energético.
Al bazo se le relaciona con la preocupación. La función del bazo es la de subir la energía obtenida de los alimentos hacia los pulmones y también la de bajar los alimentos al tracto digestivo. Cuando a una persona se encuentra preocupada por algún motivo y no deja de darle vueltas sin encontrar una solución, la energía de su bazo bajará y se estancará en el plexo solar, produciendo debilidad y pesadez, pudiendo causar la pérdida del apetito y tener problemas digestivos. Tener las extremidades frías es otro síntoma del mal funcionamiento del Qi del bazo. El ejercicio de Qigong del oso es el indicado para armonizar y dispersar el estancamiento energético del plexo solar provocado por la preocupación.
Los pulmones están relacionados con la tristeza y la melancolía. Los pulmones tienen una función ascendente, descendente y de expansión en cuanto a lo que energéticamente se refiere, ya que recoge el Qi de los alimentos, regula los líquidos orgánicos y distribuye la energía de los meridianos por todo el cuerpo. Cuando a una persona le invade la tristeza, y sobretodo no la exterioriza, su organismo se debilita, debido a que su flujo energético se detiene. A esta persona se le podrá ver encorvada, cabizbaja, poco habladora y lenta de movimientos. Imitar los movimientos del pájaro, según la serie de Qigong del Doctor Hua Tuo, ayudará a restablecer el flujo de Qi por los meridianos.
Los riñones están relacionados con el miedo y el terror. La energía de los riñones tiene una función tanto ascendente como descendente, ya que sube los líquidos depurados a los pulmones y elimina los líquidos impuros al exterior. El tener miedo provoca que la energía se hunda, que descienda incluso por las piernas, haciendo que la persona que lo sufre padezca de temblores, flojera, incluso de unas ganas irrefrenables de orinar. Realizar el ejercicio de Qigong del tigre ayudará a que ascienda nuevamente el Qi a los riñones.
Por Iván Trujillo